viernes, 24 de diciembre de 2010

Senegal I: La llegada a Saint Louis

Saint Louis, como decía, es una ciudad colonialque se encuentra al Norte de Dakar, casi en la frontera con Mauritania. Es una ciudad muy especial puesto que está situada en una isla y conectada a tierra (que en Senegal llaman Sor) por un puente fantástico que fue construido por Eiffel. Condujimos (más bien nos condujeron) toda la noche (al menos durante cuatro horas) por una carretera que conecta Dakar con Saint Louis, cuando llegamos a Saint Louis estaba amaneciendo. Saint Louis se ve desde el continente separado por ese puente de increíble belleza que separa la tierra de la Langue de Barbarie.


La isla está separada de la Langue de Barbarie por un pequeño puente, una lengua de arena que se prolon
ga paralela a la tierra y que es un auténtico paraíso. En realidad, la ciudad de Saint Louis no tiene mucho interés, es una ciudad con mucha densidad de población y con una Universidad lo suficientemente cerca como para que muestre un ambiente diferente a cualquier otro lugar de los que yo haya visto en
Senegal. Nuestro destino final era la isla de Saint Louis. No engaño a nadie, cuando vi el puente y vi Saint Louis, todavía en Sor, en el continente, pensé que me había equivocado de destino, la falta de infraestructuras hace que la población viva en unas condiciones que yo todavía no había visto en ninguna parte del mundo. No es que se viva mal, no vimos pobreza extrema y hay mucha gente que vive con sus necesidades básicas cubiertas, lo que ocurre es que no tienen dinero para obra pública y eso hace que el país carezca de muchos servicios básicos.


Avanzamos por el puente y nuestro viaje nos descubre una ciudad colonial, que recuerda a La Habana en muchas cosas, en la belleza y en el abandono que las instituciones tienen por un lugar que sin duda fue bellísimo. Saint Louis es una mezcla, donde las calles se llenan de gente que ofrecen pequeños servicios al turista, desde una ruta por la ciudad, pulseras, souvenirs o una conversación, hay que sobrevivir al acoso de unas gentes que malviven de los que los visitamos con una sonrisa (a mí me costó, pero lo aconsejo).

Nos alojamos en el hotel más famoso de la isla, al menos uno de los dos más famosos. Hay dos hoteles históricos, ambos muy ambientados en el contexto geográfico e histórico: La Résidence , La maison rose y el Hotel La Poste. Reservamos en La Résidence, pero nos fuimos al segundo día porque encontramos el mejor lugar para pasar nuestra estancia, un oasis en Senegal: hotel Siki

El hotel Siki es la casa de un famoso boxeador de Senegal, los dueños son españoles y uno de ellos, Jai, lleva fantásticamente bien este establecimiento que es donde puedes comer el mejor pulpo a la gallega del mundo.

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